El pasado 8 de diciembre una vez más el cielo del Centro Histórico de Quito se iluminó con las luces del tradicional nacimiento del Panecillo.
19 200 bombillos y 1 200 metros de luces LED alumbraron las siete gigantescas esculturas metálicas ubicadas a modo de réplica del pesebre de San Francisco de Asís.
La estructura de San José, con 36 metros de altura, está colocada a un costado de la emblemática Virgen de Legarda, de 41 metros de altura, y que representa a la Virgen María; el niño Jesús está acostado juntos a las enormes imágenes de los animales que también son parte del pesebre.
La Virgen del Panecillo fue inaugurada el 28 de marzo de 1975 y es la escultura de aluminio más alta del planeta y la estatua alta del Ecuador. De igual manera es una de las altas de Sudamérica, incluso más que la del Cristo Redentor, en Río de Janeiro.
Por su parte, las representaciones de los tres reyes magos: Melchor (31 m.), Gaspar y Baltazar (con 29 m.) están acompañados por la enorme estrella de Belén de 20 metros que se alza por todo lo alto en esta importante instalación navideña.
La iluminación del pesebre es uno de los actos que da inicio de manera oficial a las celebraciones navideña y está a cargo de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
Las luces del pesebre del Panecillo permanecerán encendidas hasta el próximo 6 de enero, que se celebra el Día de Reyes.
La tradición de iluminar la Virgen de Quito como parte del pesebre navideño más importante de Quito, tiene ya 20 años de historia.